lunes, 1 de octubre de 2007

Sueño...

El sueño. Y no pretendo hablar del sueño que sucede cuando nos encontramos confundidos y envuelto sen sabanas con los ojos presuntamente cerrados. Sino de otro, que tampoco es aquel que se confunde con una fantasía diurna, y buscamos celosamente entre las nubes.

Voy a hablar de la forma de sueño más burda, que es ni más ni menos que aquella sensación que nos asalta cuando agotados nos disponemos a apagarnos en cualquier superficie que nos aguante. “Tengo sueño” decimos, como si lo tuviéramos en el bolsillo o adentro de la billetera y nos acordáramos de que estaba ahí para sacarlo a tiempo.
Este sueño tan vulgar, no busca ser algo meramente físico, es más bien todo lo contrario... tiene fundamento en una entidad metafísica.
Entiendo que no es otra cosa que el alma, que exhausta de buscar fundamentos, quiere sentarse a un costado a descansar.
Es la misma que a la mañana despertó desnuda e indefensa, buscó abrigo en todos esos argumentos, revistiéndose de coartadas, para salir con la frente en alto a exhibir todo aquello que había gestado. Lo mostró orgullosa, enseñó los detalles, los bordados, los encajes y los dobladillos. Ingenua veía como mientras caminaba se descosía, miraba como otras almas se reían miserables, mientras ella se tapaba como podía con sus manitas escuálidas y blancas, y zurcía, remendaba y arreglaba lo que estaba a su alcance.
Cuando apesadumbrada la pobre alma comienza a flaquear, se confunde y no comprende todo aquello que sucede, se siente inútil, no tiene argumentos ni coartadas para inteligir.
Este es el momento en el que decide resguardarse, decide descansar a un costado de todo, y soltarse a esa pequeña muerte pasajera.
En ese momento nos atesta el sueño, comenzamos a transitar menos efectivos, cuando el alma comienza a apartarse.
Y entonces se deja morir entre sábanas, en un sol ogrito agónico y onírico, que queda resonando como un eco...


Hasta que amanecemos, con el alma desnuda e indefensa que mira a su alrededor, en busca de abrigo.

4 comentarios:

Alicia dijo...

Ahora todo va a ser diferente cuando me acueste, y cuando despierte, claro.

Manuel dijo...

Coincido con enriqueta...

Entidad abstracta-metafísica, institución del descanso, del punto y aparte y los parentesis de la vida.
Coma de la angustia, usina de la gran verdad, los dos puntos del pensar, margen del cansancio. ¿Y por qué no? necesidad del cuerpo...

Benditas sean tus palabras querido Franquito, siempre con una cotidaneidad -nueva- que contarnos.
Que no padezca usted del sueño cuando le de por escribir.

P.S: Enriqueta un placer verla por estos pagos! Ahora voy a su mundo!

Anónimo dijo...

...para mí la típica frase "tengo sueño" es una excusa para irse lejos, para saltar de la cotidianeidad corporeizada a un mullido mundo de fantasía...y dejar que el cuerpo levite sobre un mullido descanso.
otras veces el sueño nos esconde, nos agazapa en el rincón mas profundo, nos permite escapar de la realidad que nos duele o nos llora o nos maltrata...
digo "tengo sueño" y canto piedra libre a mis cansancios mundanos y doy rienda suelta a toda mi fiaca mientras apapacho almohadones que toman forma de conejos y me guardo horizontalmente acolchonada y sonrío al techo...

Caro dijo...

A mi me gusta bostezar (y me sale bastante, bastante bien :)

Saludos (franquito?)